Un día nos llegó una petición que no habíamos tenido nunca, Clara quería que pintáramos sus zapatos de novia!!!
Madre mía pensamos, ¿podremos hacer algo así? ¿Estropearemos los zapatos? ¿Y si no le gustan? ¿Fastidiaremos uno de los días más importante para ella?
Dejamos de hacernos preguntas y nos dijimos ¿por qué no? Y nos pusimos a hacer pruebas en zapatos de esa tela, de diferentes texturas, con diferentes tipos de pinturas y materiales; y entonces nos dimos cuenta, podemos hacerlo.
Era todo un reto para nosotras e hicimos diferentes bocetos de zapatos a juego con un abanico que también quería y cuando se decidió por uno nos pusimos a ello y este es el resultado.
A ella le encantaron y nos comentó que soltó alguna lagrimita que otra, nosotras estamos muy satisfechas con el trabajo realizado y con hacerla un poquito más feliz.
¿Qué opináis vosotros?
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